En todo el país, los errores en el surtido de medicamentos recetados producen lesiones y, a veces, matan a cientos de personas todos los años. A medida que las farmacias tienen más trabajo, aumenta la probabilidad de que cometan un error. En 1998, Georgia tomó medidas para combatir este problema. La Asamblea Legislativa de Georgia fortaleció leyes y reglamentaciones sobre el comportamiento de las farmacias. Estas leyes aplican a todos los lugares de Georgia, como Rome, Dalton, Condado de Cobb (Cobb County), Condado de Fulton (Fulton County), Condado de Gwinnett (Gwinnett County), Condado de Floyd (Floyd County), Calhoun o Condado de Dekalb (Dekalb County). No obstante, muchas personas en todo Georgia siguen recibiendo medicamentos equivocados debido a errores de las farmacias. Una vez que usted o alguno de sus seres queridos haya sido víctima del error de una farmacia, surge la pregunta: ¿cómo maximizo el resarcimiento por las lesiones que he sufrido? La respuesta no es tan fácil como puede pensar.
En Georgia, cada farmacéutico tiene la obligación de garantizar que cada medicamento recetado que sea entregado a usted sea el correcto. Esto significa que el farmacéutico debe revisar la receta (salvo algunas excepciones menores). El farmacéutico también es responsable de todas las decisiones sobre su receta que requieran un “criterio profesional”. Por ejemplo, si usted preguntara sobre un cambio reciente en el color del medicamento o sobre cómo su medicamento puede interactuar con otro medicamento que ya está tomando en ese momento, el farmacéutico -no el asistente técnico- es responsable de responder a esas preguntas.
Más aún, muchos médicos le recetan un medicamento que parece escrito en otro idioma. No obstante, que una receta se vea ilegible no es excusa para que le den un medicamento equivocado. Por ley, el farmacéutico está obligado a llamar al médico que le haya emitido la receta ¡para verificar cuál es el medicamento recetado!
Sin embargo, el simple hecho de recibir un medicamento equivocado no determina, en sí mismo, su resarcimiento. Deben producirse lesiones, y su lesión debe ser comprobable, porque la extensión de su lesión (por ejemplo, las facturas médicas, rehabilitación e ingresos no percibidos) jugará un papel significativo en su proceso de resarcimiento. Lamentablemente, su resarcimiento también dependerá de otro factor importante: ¿Fue su culpa? Y, si así fuera, ¿en qué medida la culpa fue suya?
En nuestra experiencia, se ha demostrado que la maximización del resarcimiento de una víctima en causas por errores en los medicamentos recetados implica inevitablemente lo que la ley de Georgia denomina “culpa comparativa”: el grado de su culpa por tomar el medicamento equivocado.
Por ejemplo, algunas preguntas previstas por los liquidadores de seguros y probables integrantes del jurado pueden ser: ¿cuánto tiempo ha estado tomando el medicamento que debía recibir? Si ha estado tomando ese medicamento en particular durante, digamos, 5 años y su medicamento es una pequeña píldora roja, entonces, cuando el farmacéutico cometió el error de darle una gran píldora naranja: ¿por qué la tomó? ¿El color no fue una advertencia del posible problema? Eso suena injusto y lo es: usted no cometió el error. Pero la triste realidad es que la ley de Georgia permite que las compañías aseguradoras y jurados consideren cuál es el grado de su supuesta “culpa”, al momento de decidir qué indemnización se le dará a usted por las lesiones.
Por último, para maximizar su resarcimiento, necesita un abogado que entienda los daños punitorios, que son el monto de dinero que se le dará a usted, como una manera de castigar al infractor (en este caso, la farmacia) para disuadir comportamientos similares futuros. No es fácil obtener un resarcimiento por daños punitorios. De hecho, en Georgia, para obtener un resarcimiento por daños punitorios, no basta con comprobar un mero hecho de negligencia o incluso de negligencia grave. Eso significa que el simple hecho de darle un medicamento equivocado no maximizará su resarcimiento en el juicio o durante las negociaciones. En el contexto del error de farmacia, lo más probable es que su abogado deba comprobar una total “falta de cuidado” de parte de la farmacia. Esto es difícil. Pero un abogado con experiencia en errores de farmacias y sólidas habilidades jurídicas aumenta indudablemente las probabilidades de maximizar su resarcimiento.
En última instancia, todo dependerá de una comprensión profunda de cómo los hechos y pruebas de su caso se corresponden con la ley de Georgia.